sábado, septiembre 30, 2006



Estaba descalza , pero no escuchaba el quejido de sus pies. Sus pasos marcaban el ritmo de sus latidos, y cada latido, le hacía experimentar un sentimiento distinto. Miró un momento hacia atrás, sólo un momento. Sintió la bofetada del silencio.La luna saldría en breve. Le dolía la garganta, había gritado demasiado.
Corrió sobre las hojas muertas. Sabía que no le haría falta ninguna luz para seguir avanzando, no era la primera vez. Lo único que se escuchaba eran sus pasos apresurados. Súplicó. Corría tan rápido que creyó ir más adelantada que el tiempo. Tenía que llegar...
Unas lágrimas le nublaron la vista. Sentía dolor. Creyó estar observada por las estrellas. No podía más. Sus puños estaban desgastados, había luchado demasiado. Sus lágrimas dejaron un camino plateado en el suelo árido. Sus ojos empezaron a alcanzar su destino. Su respiración se hacía fuerte, desesperada por salir del cuerpo. Murmuraba palabras que cualquier persona pensaría que eran sin sentido y que nadie entendería nunca.
Cayó. Le costó levantarse.
Llegó. Su escondite.
Con manos nerviosas, apartó las ramas. Sintió cómo se arañaba los brazos y la cara. Intentó aguantar el dolor, pero fue imposible, había aguantado demasiado.
Se sentó en su refugio. Cerró los ojos. Sollozó. Se tapó los oídos. No podía mover las piernas, el camino de su vida había sido demasiado largo.
Intentó no pensar. Serenarse.
Sabía que ahí ya estaba segura, nadie la encontraría.
Se abrazó a sí misma. Quiso sentir frío.
Encerrada en su escondite.
No sabía si volvería a salir.
Dejó de llorar, no tenía lágrimas.
Intentó dejar de vivir, pero seguía teniendo sueños.






A Dreamer


Estaba en la playa con su padre, y él le pidio que probará si la temperatura
del agua era buena. Ella tenía 5 años, y se entusiasmó de poder ayudar; fue
hasta la orilla y se mojó los pies.

-Metí los pies, está fría-le dijo.

El padre la cogió en brazos, fue con ella hasta la orilla del mar y sin
ningún aviso la tiró dentro del agua. Ella se asustó, pero después se
divirtió
con la broma.

-¿Cómo está el agua?-preguntó el padre.

-Está buena-respondió.

-Entonces, de aquí en adelante, cuando quieras saber alguna cosa, zambúllete
en ella.


Brida, Paulo Coelho.

Leyendo "Brida", encontré este pasaje. Después de doblar la esquinita de la página (una manía que tengo cuando leo algo que me gusta), decidí colgarlo aquí.

A Dreamer

lunes, septiembre 18, 2006

Abres los ojos. Otro día más. Y, todavía en la cama, visualizas tu rutina y sin darte cuenta, piensas sobre tu vida, por primera vez en el día. La ventana está entreabierta, ningún rayo de luz. Te levantas y te diriges a la ventana. La abres del todo buscando al Sol. Día nublado. Su ausencia hace que te sientas incómodo, diferente. Te sientas mirando la ventana, olvidando tu monotonía y el tiempo. Te paras un momento. Y te das cuenta de que nada es como imaginabas. Tus palabras se quedaron olvidadas, revoloteando en algunos recuerdos que no sabes si son tuyos; tu voz, en silencio, acallada por otras que no entiendes lo que quieren llegar a decirte; tus sueños desgarrados, te limitas a soñar lo que soñaron por ti; tu corazón, un murmullo constante al que ignoras; tu alma, enjaulada; tu tiempo a contrareloj; tú...
Te das la vuelta y te refugias en tu máscara, tu escondite. Ahí, al menos, está soleado.

A Dreamer.

viernes, septiembre 15, 2006


Llovía en la ciudad gris. Yo estaba ahí. Las gotas caían de los toldos de las numerosas tiendas. Personas sorprendidas por la lluvia. La ciudad más gris. Yo seguía ahí. Las gotas me resbalaban por la cara. Personas refugiándose. Frío. Las gotas marcaban un incesable tic-tac. Gris. Sin moverme.Personas corriendo. Nubes negras. Lluvia. Ya no hay nadie, sólo yo. Frío. Cierro los ojos. Avanzo. Más nubes. Me detengo. Soledad. Lluvia. Frío. No huyo. Magnetismo. Sigo avanzando. Ojos abiertos. Conseguí ver más allá de las nubes. Ya no importaba mojarme, pasar frío o estar sola.

A Dreamer

Soy la nostalgia de lo que no ha pasado;
la palabra que se queda en la garganta;
la llave que nunca cierra puertas;
un espejo sin reflejo.

Soy aquella persona a la que no consigues ver;
el grito del silencio;
aquel libro viajero sin procedencia ni destino.

Soy una lágrima por cada mirada sin brillo;
la rabia por cada persona sentada;
la incomprensión ante la indiferencia.

Soy la canción que nadie quiere escuchar;
el sentimiento olvidado;
el frío que te arropa;
la realidad que nunca creíste;
el duende que no sabías que existía;
el cuento que no te contaron;
el sueño que espera a ser realizado;
la esperanza...

Soy tú y no soy nadie.

Soy todo y no soy nada.

A Dreamer.

martes, septiembre 12, 2006



"Alternativa Libertaria",CanteCa de MaCao.

lunes, septiembre 11, 2006


La cortina de terciopelo rojo lo separaba de la realidad. Se escuchaba impaciencia entre susurros. Esperaba en una marca que alguien trazó por él. Las manos le sudaban, la garganta comprimida por pensamientos y sus latidos crecían con cada murmullo al otro lado. Estaba solo. La madera bajo sus pies se quejaba al mínimo movimiento. Entre bastidores alguien le hablaba. Se revolvió el pelo y suspiró. Unos focos se encendieron. Miró hacia arriba y se dejó deslumbrar. Tenía calor pero a nadie le importaba, ni siquiera a él. Se apagaron las luces al otro lado. Silencio. Tomó aire. Se movió haciendo crujir el suelo, le gustaba ese ruido. Acarició el rojo terciopelo. Su ventana y su muro. Simuló estar en posición relajada.
El telón lo abandonó. Se sintió poderoso. Dueño de la imaginación de todos los que estuvieran ahí. Titiritero de sus vidas. Rey. Todo estaba en sus manos. Todo. Podía convertir ese día en uno de los mejores de alguien que estuviese ahí; ser un ídolo; crear nuevos puntos de vista, debates...; definir metas, vidas; decidir llevar o no máscaras; cambiar el mundo o quedarse sentado...
Su papel era simple...
Abrió los ojos.
Suspiró una vez más y siguió limpiando el escenario. El vacío del patio de butacas le devolvió la mirada.

Este es el resultado de haber experimentado la sensación del primer día de rodaje de mi primer corto, de haber visto "Noviembre" y de una noche sin sueño.

A Dreamer.

jueves, septiembre 07, 2006


Comenzaba a atardecer.
El sol atravesaba los vasos, haciendo creer que había pequeñas hadas jugando entre las mesas.
Las risas se derramaban hasta los callejones más solitarios, convirtiendo la soledad en esperanza.
El viento sacaba a bailar a las ramas de los árboles, que se mecían tímidamente.
Las hojas caían sobre el suelo empedrado, dándole color a las frías piedras que cargaban con el peso de la rutina adherida a cada caminante.
Un gato callejero paseaba lentamente exhibiendo su refinada elegancia.
Las vidas de las personas se convertían en una sola. Una mirada de amor era de odio en la mesa de al lado; el sueño de un joven era la realidad de un anciano; el beso de una pareja era el suspiro de un hombre solitario; el recuerdo de una anécdota era el olvido de ese día.
Las palabras que se decían y las que se quedaban en la garganta, revestían esta atmósfera dando calidez al sol que ya empezaba a enfriar.
Se podía escuchar la música del murmurar de los vasos y como los hielos seguían su ritmo aprovechando cada momento de su corta existencia.
Parecía que nadie se daba cuenta de la magia que salpicaba cada resquicio, de la vida. Y eso lo hacía más mágico.

Me gusta contemplar la belleza que envuelve cada muestra de vida.
A Dreamer.