Me gustas cuando callas
A veces, el viento deja de susurrar, las calles son sólo son sombras que serpentean a la espera de los pies que quieran acariciarlas.
Las ramas de los árboles no crujen ni se mecen para despistar al Sol.
La música es olvidada y el ruido, tímido, se para a pensar.
Sólo entonces, cuando nadie observa y cuando nada es observado, suenan tu silencio y el mío.
No tengas prisa en asesinarlo. No quieras poner fin tan pronto a la música que improvisas cuando tus ojos dejan de volar y reposan, ciegos.
Dejemos que hablen, choquen, imaginen y creen, mientras vuelven los coches, las voces y los pasos a nuestros oídos sordos.
Hay magia en el silencio.
a dreamer
Las ramas de los árboles no crujen ni se mecen para despistar al Sol.
La música es olvidada y el ruido, tímido, se para a pensar.
Sólo entonces, cuando nadie observa y cuando nada es observado, suenan tu silencio y el mío.
No tengas prisa en asesinarlo. No quieras poner fin tan pronto a la música que improvisas cuando tus ojos dejan de volar y reposan, ciegos.
Dejemos que hablen, choquen, imaginen y creen, mientras vuelven los coches, las voces y los pasos a nuestros oídos sordos.
Hay magia en el silencio.
a dreamer