Eclipse

Me gusta respirar despacito, para ir a contratiempo con el ritmo de la música que danza, salta, acaricia y golpea mi interior. Me gusta sentirla, dentro, para dejarme llevar con esa adrenalina que nace en mis pies y muere en mi grito. Me gusta mirar a mi alrededor, para contemplar distintas formas de sentir: ninguna igual, todas latiendo. Me gusta sentirme viva, mientras la música baila conmigo, entre tanta gente.



La noche de ayer fue...impresionante. Para mí, muy especial, que desde no recuerdo cuándo escucho Gwendal.



Todavía eclipsada por la noche de ayer, a la luz de esa Luna, en primera fila...

a dreamer.

Pd: Ayer te confundí con dos o tres, Phantom. Supongo que sería la música, la Luna llena, el alcázar, el fantasma del mercadillo de los domingos, el estar en el lugar donde quería estar, en el momento justo, con quien quería estar... y las ganas de crear nuevos recuerdos tuyos y míos hicieron el resto. Yo también te siento cerca, aquí mismo... Un abrazo fuerte.

Las ramas crecían, enmarañándose y extendiéndose por el frío cielo que aquel día vestía de blanco. Las hojas se coloreaban sin atender a calendarios; las flores se abrían desplegando sutilmente su belleza; las semillas reposaban en el aire, libres, esperando a hundir en el suelo sus futuras raíces soñadas.

El árbol seguía derramándose en el paisaje, esperando a que alguien se sentara bajo su sombra. Alguien que quisiera pasear sus dedos por cada arruga de su agrietado tronco. Alguien que fantaseara sobre la profundidad de sus raíces, sobre sus sueños ahora encadenados. Alguien que supiera escuchar la historia que susurraban sus ramas en días donde el frío y la melancolía abrasaban la garganta.

Dejó de escribir en aquel papel que momentos antes había estado en blanco, y en el que ahora, rebosaba su letra, ramificando cada resquicio.

Va por mi pluriempleado favorito. Gracias por ese ratito de ayer. Me habría gustado estar toda la noche pegada al teléfono, sintiéndote cerquita...(aunque ya sabes que no nos hace falta el teléfono para estar cerca). Aunque fue difícil, teniendo aquí a dos personas con la oreja pegada más mi incapacidad de hablar por teléfono con gente tan importante para mí como lo eres tú (todas las palabras que dedico por teléfono a personas especiales me suenan vacías).

Espero que tú también te sintieras tan pleno como me sentí yo cuando hablamos.

Deseando pasar horas y horas con usted...

a dreamer.

El tiempo es lo único que pasa

Me aferro a este nuevo número que se me suma...Porque el tiempo no es el mismo que parecía castigarme cuando era pequeña, en aquella época cuando los veranos eran tan largos que te daba tiempo a aburrirte, cuando los domingos por la tarde se estancaban para igualar a la soledad de las calles...

Recuerdo cómo en mis idas y venidas al conservatorio me emocionaba al escuchar una flauta travesera. Recuerdo cómo decía que tenía que aprender a tocarla (aparte del saxofón) cuando ya hubiera acabado estudios universitarios y demás. Recuerdo cómo cada vez que lo decía, pensaba que serían las típicas cosas que dices pero nunca haces. Recuerdo cómo hace dos noches, en la terraza, rodeada de velas os conté todo ésto...

Ahora, comprendo lo bello que es empezar a tocar un instrumento totalmente nuevo.

Gracias por seguir siendo las dos primeras en felicitarme. Gracias por todos estos años (que parecen más de lo que son) y por los que quedan... (nunca dejaréis el cachondeito de que soy la pequeña y de liarme con mi edad,¿no?jeje).

Haré caso a Clementine, que en cierta ocasión me dijo que los 17 eran la mejor edad.

Carpe Diem,

a dreamer.

Pd: La foto es el interior de mi flauta ^^.

Pd2: Prometo tener más al día el tejadito cuando pare más por casa.