jueves, marzo 13, 2008


Abres la puerta en silencio. La oscuridad ha calmado los murmullos, que se han convertido en un silencio con esquinas donde puedes distinguir algunas palabras apagadas con significados olvidados.
Decides avanzar hasta las primeras filas, no te sentarás en la número uno, siempre te ha parecido un número solitario.
Piensas que acabas de volver y que la obra acaba de empezar. Siempre acaba de empezar algo. Olvidas a aquella mariposa que pasó a tu lado una vez y te gritó que era demasiado tarde.
Disfrutas.
El actor y tú, ya no distingues quién está en el escenario.

Cuando me pierda, estaré en la Fontana di Trevi, imaginando los deseos que guardará.

a dreamer.

1 Comments:

Anonymous Anónimo escrbió...

Y cuando me pierda yo, también estaré en la fontana di Trevi y tu también estarás, siempre estaras y siempre recordare el momento en el que pedimos uno de nuestros más ansiados deseos juntas, echabdo la moneda a la ves.
Gracias por este maravilloso viaje que sin ti no habria tenido sentido.

Freedom

miércoles, marzo 26, 2008  

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