jueves, noviembre 30, 2006


Las miradas rebotaban en las paredes. El silencio entraba por nuestras bocas, impediéndonos hablar.
El hielo se estaba consumiendo y empezaba a hacer frío.
Los vasos vacíos jugaban con reflejos, deslumbrando.
El tic-tac del reloj sonaba demasiado fuerte, acallando pensamientos que se condensaban en el techo. La bombilla desnuda parpadeaba, a su ritmo.
Se levantó y abrió la ventana, le gustaba la brisa. Sentía la mirada clavada de su acompañante en la nuca. Cerró los ojos. Y sintió la vida. La sintió. Le sonreía, naciendo de entre los numerosos rayos de Sol. Abrió los ojos y se miró sus manos. Las abrió y cerró. Vida.
El reflejo de un vaso lo deslumbró.
Ella lo miraba, sin entender.
Se marchó, ella siguió mirando el vaso vacío.

Viviendo mi vida en primera persona. Algo nuevo con colores ya conocidos.

A Dreamer.

2 Comments:

Anonymous Anónimo escrbió...

¿cuánto tiempo hacía que se habían vaciado los vasos...?

es muy lindo vivir la vida en primera persona que no pasartela toda entera descubriendo que suplantas vidas y doblas personajes..., me gusta que en las cosas nuevas, en las cosas más ricas, siempre haya ingredientes saboreados, siempre haya colores conocidos, porque así nunca se pierde un gramo de indentidad...

todos los vasos vacíos...
clementine-amelie

jueves, noviembre 30, 2006  
Blogger Phantom escrbió...

Magia...
Mil seiscientos trece besos

jueves, noviembre 30, 2006  

Publicar un comentario

<< Home