sábado, junio 16, 2007


Los peldaños se iban acabando. Sentía miedo al infinito, a la gota que se pierde en el mar; sentía miedo al fin, a la tierra que ahogaba su recuerdo.

Llegó al último peldaño,miró abajo, en como las luces empalidecían al lado de la oscuridad de la noche.

Acarició la Luna, que cerró los ojos y suspiró al ser tocada, mientras su soledad niña lloraba envidiosa.

Miró más arriba y leyó una palabra grabada a pocos centímetros de su cabeza.

Bajó lentamente tras despedirse, acariciando la vieja escalera de madera.

Las dos letras brillaban intesamente en la oscuridad, responsable ahora de las alas del visitante, escondidas bajo su piel marchita.


"Sí".


Después de ayer, creyéndome capaz de todo.
Un colchonetazo y un grito en el mar, cómicos
a dreamer.