jueves, enero 04, 2007

Pequeña fábula


La Luna contemplaba la escena, desde su reino de matices de luz.
La oscuridad tapaba dulcemente a la ciudad, aún despierta.
Los coches ahogaban la libertad de los peatones.
Las luces de Navidad intentaban dar color a vidas milimetradas.
Pero ella no se daba cuenta. Estaba donde siempre, frente a aquella tienda de disfraces olvidada.
Pegaba la nariz al frío cristal, pensaba que así podría imaginar mejor.
Su sueño era aquel vestido que creía que había pertenecido anteriormente a una famosa princesa que murió por un amor imposible. En ese momento soñaba, el tiempo se detenía para sonreír a la fábula que le relataba la niña. La Luna cerraba los ojos, no podía pensar en cuentos felices con los ojos abiertos. Y los transeúntes seguían su camino, ajenos a sueños idiotas sobre princesas y hadas.
Soñaba con ser la princesa más hermosa y querida del reino, con ser alguien completamente distinta, con ser...
Un atardecer, cuando la Luna aún dormía y el Sol intentaba dar calor a vidas grises, hizo su parada obligada. La tienda estaba cerrada. Periódicos con catástrofes que nadie se pararía a leer cubrían los escaparates. El escaparate, su ventana, su realidad soñada.
Acarició el cristal, queriendo limpiar esas hojas sin color para ver más allá.
El tiempo no se quedó esta vez, tenía demasiada prisa, la Luna lo esperaba.
De pronto, se vio reflejada por encima de aquellos grises finales tristes que cubrían su sueño roto. Se paró a verse a sí misma. Sus ojos brillaron.
Y lo comprendió todo.
Esa noche, le contó a la Luna una historia distinta. Una historia en la que no le hacía falta ningún vestido para deslumbrar, ninguna joya para ser coronada... ningún título para seguir siendo la princesa que siempre había sido y que nunca supo.
Se durmió, abrazada por la brisa nocturna, arropada por su imaginación y protegida por nuevos sueños.

Un pequeño cuento de hadas.

Cada día más enamorada de la Luna.

A Dreamer.



3 Comments:

Blogger clementine-amelie escrbió...

adoro los cuentos de hadas...
me tranquiliza saber que sigues, cada día, más enamorada de la luna.

su realidad soñada...

achuchones

domingo, enero 07, 2007  
Blogger Phantom escrbió...

Tú te mereces como pocos fijar tu corazón en esa cara que sorprende cada vez que se mira, esa vigilante de la Noche y de la Magia que nos observa todo el tiempo aunque huyamos sin mirar hacia arriba. Felices cuentos de hadas, mi niña.
Mil seiscientos trece besos

PD: Ese par de horas me llenaron más que otros muchos días. Auqnue lo dije, no es una pena la tardanza, nunca es tarde para encontrar algo que merece la pena. Aquí me tienes, más cerca que nunca. Un beso guapísima. Y aquí me tienes para cualquier cosa, sobre todo en ese "El soñador". Ya tengo ganas de miles de imágenes salidas de tu corazón (con trípode nuevo... jejeje).

domingo, enero 07, 2007  
Blogger Alba escrbió...

¿Un par de horas?¿No fueron un par de minutos?
Me encantó ese 6 de Enero.
Más vale tarde que nunca. Eso de "demasiado tarde" no debería estar en nuestro vocabulario, no todavía.
Gracias por todo (por ese día, por la carita que se te puso al abrir el regalo, por darme consejos, por contarme tanto y dejar que te cuente,por ayudarme aunque quizás no te des cuenta...y miles de cosas más).

Sé.Siente.Sueña.Vive.

Abrazos fuertes.

Pd:Te voy a raptar jeje.

lunes, enero 08, 2007  

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